lunes, 4 de marzo de 2013

Lo de Madagascar le sale mal.

Sara llama a Aitor al móvil. 
Aitor: Sarita, me habrás traído algo de Madagascar ¿no?
Sara: Claro, un montón de cosas. La barita de inmigración en la que me pasé un día entero esperando estaba llena de souvenirs. 
Aitor: No me llamas para contarme como te ha ido en Madagascar.. ¿Se puede saber para qué me llamas?
Sara: Pues la verdad es que no sabía si llamarte pero es que he estado pensando y creo que alomejor deberías saber lo que pienso y que lo que me dijiste la última vez que nos vimos, que tenías razón Aitor. 
Aitor: Que no. 
Sara: ¿Qué no qué?
Aitor: Que no me llamas para decirme que tengo razón, ni me llamas para decirme como te lo has pasado en Madagascar, me llamas para que sepa que has vuelto y que lo tuyo con Lucas se acabó antes de empezar y que sepa que estás disponible. Para eso me llamas, Sara. 

Se escapa a Madagascar.

Sara está en la plazoleta de abajo de su casa llorando y con una maleta y ve a Aitor. 
Aitor: Así que es verdad que te vas a Madagascar. 
Sara: Aitor, yo quería.. 
Aitor: Sara, da igual, no lo digas ¿vale?
Sara: ¿Qué no diga qué?
Aitor: Pues lo que se dicen en estos casos en las putas películas. Que soy un tío que merece la pena, que soy la hostia. Prefiero ahorrarme todas esas frases. 
Sara: ¿A qué has venido?
Aitor: No me hubiese perdonado que te fueras a 10000 kilómetros de distancia con un tío que no soy yo sin antes decirte una cosa. 
Aitor se acerca a Sara y le susurra algo al oído. 

Sigue queriéndolo.

Sara, Aitor y Carlota están juntos en casa de Lucas. 
Sara: Jony, dame la pistola que yo cubro la puerta, Carlota tu pilla una metralleta y dispara cada 5 minutos. 
Aitor: Vaya, parece que estás animada ¿no?
Sara: Los tiroteos me levantan el ánimo. 
Aitor: Pues eso es raro ¿sabes? Porque la gente después de un tiroteo se viene abajo. Cuando la adrenalina desciende se quedan sin fuerzas. 
Sara: Pero es que mi adrenalina dura. Yo pensé que anoche te habías dado cuenta. 
Aitor: De lo que me he dado cuenta es de que tu tía está en un hospital con un feto en un bote de formol y de que han intentado matar a tu familia y que alguien quiere venir a Carlota para llevarse y no tengo ni puta idea de que y me acojona de que tu andes por ahí con una sonrisa como si esto no fuera contigo, Sara. 
Sara: ¿Y por qué me tratas así? ¿No significó nada lo de anoche?
Aitor: Para mi sí y lo que a mi me jode es que para ti signifique más que Carlota solo sea la hermana de Lucas. 

A quien tu decidiste amar.

Aitor le escribe una carta a Sara, y cuando ella la ve pone: "Aún no me has dicho lo que significa para ti que Carlota solo sea la hermana de Lucas, supongo que tienes miles de recuerdos muy bonitos con él y es imposible que lo olvides, pero yo no me rindo por eso Sara y voy a igualar el marcador. Me voy a quedar a tu lado fabricando todos los recuerdos del mundo para que un día te vayas a la cama y te des cuenta de que estoy en casi todos los instantes que te hacen sonreír. ¿Hay alguna norma que prohiba invitar a una novia a un gofre? Me alegro de que me ayudes a pintar estas paredes porque sin ti sería un muermo. Hoy tenemos pocas páginas de recuerdos pero dentro de nada tendremos archivadores, enciclopedias enteras, traillers de 4 ejes. Si yo estuviera ahí tumbado lo primero que querría sería ver a la chica que quiero. 

Tsunami.

Sara está con Aitor en casa de Paco y le pone un video en la tele. Resulta ser que en el video, sin que ella lo supiera, sale ella llorando y contándole a una mujer que aunque quiere querer a Aitor en realidad quiere a Lucas. Sara empieza a llorar. 
Aitor: Ahí hay un documental. ¿Tú sabes que antes de un tsunami el agua se retira varios kilómetros de la playa? Yo ahora soy como esa playa que está sin agua y tú eres como un tsunami que está volviendo a mi vida otra vez, pero esta vez no me vas a volver a hacer el lío Sara porque antes de que me arrastres salgo por patas sin mirar a atrás. 
Sara: Aitor, lo siento de verdad. 
Aitor: Venga, Sara, si cada 6 meses tienes un capricho nuevo. Primero era Lucas, después yo, ahora es ser policia. 
Sara: Eso no es verdad y te lo voy a demostrar a ti, a mi padre y a todo el mundo. 
Aitor, que ya no puede aguantar más, empieza también a llorar. 
Aitor: Vale, pero nosotros ya hemos pasado la época de los sueños y de los tsunamis Sara. Ahora lo que nos queda es ser amigos. - Aitor le tiende la mano a Sara sonriendo y llorando a la vez. - Aitor Carrasco, encantado. 
Sara también le coge la mano y se acerca más a él. 
Sara: Sara Miranda. Vivo en este bloque, así que si alguna vez te pasas por aquí nos podemos ver otra vez ¿vale?
Aitor: Te has cortado el pelo ¿no?
Sara: Sí, ¿te gusta?
Aitor: Estás muy guapa. 

La resurreción.

Hay momentos en la vida en que una sola decisión en un solo instante cambia irremediablemente el curso de las cosas. Cuando decides disparar a alguien. Cuando decides quererlo o no quererlo. Cuando decides tirar para adelante. Cuando decides mentir, traicionar, ocultar o cruzar la línea. Esa décima de segundo podrá hacer girar todo al lado oscuro o inundarlo de luz. Podrá hacer de ti un héroe o un criminal. Podrá llevarte al cielo o al infierno, pero siempre será un lugar desde el cual no podrás volver atrás.

Se vuelve paranoico.

Sara está ayudando a su madre en la cafetería y Aitor la llama al móvil. 
Sara: ¿Sí?
Aitor: Escúchame bien, Sarita. Vas a bajar ahora mismo a la mercería y te vas a comprar 2000 botones y una toalla porque cuando te vea te voy arrancar la blusa a mordiscos y te voy a chupar tanto que te voy a borrar las huellas dactilares, cuando acabe contigo vas a necesitar la silla de ruedas de tu abuelo para ir al colegio ¿qué te parece?
Sara: Ya, tú es que mucho de hablar pero luego nada de nada. 
Aitor: Bueno, pues tú dime hora y lugar. Ah, y pon una ambulancia en la puerta y una unidad de reanimación porque te voy a absorber los lunares hasta dejarte albina, niña. - Paco, que ha escuchado todo, llama a Aitor al móvil. - Espera un momentito. ¿Sí?
Paco: Aitor, soy Paco. 
Aitor: Dime, inspector. 
Paco: Escucha atentamente. Dile a mi hija ahora mismo que tienes mucho trabajo y que ya la llamarás luego, que estás de servicio, so payaso. 
Aitor: Oye, Sara, que luego te llamo que es que ahora mismo no puedo hablar, un beso, hasta luego. Dígame. 
Paco: Mira, chaval cuando hables con mi hija ten mucho cuidadito que eso de sobarle o chuparle los.. La silla de ruedas te la voy a meter de canto, soplapollas. 

Declara su amor.


Sara está en un concierto de Pignoise rodeada de gente. Aitor viene por atrás y le tapa los ojos, ella se gira y lo ve. 
Sara: ¿Qué haces aquí?
Aitor: Que casualidad ¿no? 600 personas, 2000 vatios y volvemos a coincidir. Y ya no se, si eso del tirón pues vivimos otro momento irrepetible, digo yo. 
Sara le da un abrazo a Aitor. 
Sara: ¿Sabes? Que me encanta que estés aquí y que vengas con tu cuaderno y con tus ganas de estar conmigo y con tu entusiasmo y con esa sonrisa como si todo fuera posible. Y de pronto me he dado cuenta de que eso es lo que quiero, que todo sea posible todos los días de mi vida y voy a por ello. Te eligo, te eligo a ti. Y vamos a llenar ese cuaderno y 50 como ese. Te quiero. 
Sara le da un abrazo a Aitor y lo besa. 

Se besan.

Sara y Aitor están en la cocina de la casa de Paco. 
Aitor: Ayer fui un egoísta, te puse contra la espalda y la pared y no fui justo. Y yo que se, tú estás donde estás y yo se que estoy fuera de donde tu estás. 
Sara besa a Aitor apasionadamente. 
Sara: Te quiero. Eso no lo dudes. No puede ser pero te quiero.
Aitor: Escúchame, es una locura. No puede ser, no podemos, nunca será seguro. Pero no puedo evitarlo. 
Aitor vuelve a besar a Sara. 

viernes, 1 de marzo de 2013

Lluvia.

Sara, muerta de calor, escucha el ruido del agua en la calle. Sale corriendo hacia la plazoleta y ve que es Aitor, que está con una manguera apuntando hacia arriba. 
Sara: Aitor, ¿qué haces?
Aitor: Telelluvia a domicilio para Sara Miranda. Te digo una cosa, yo no puedo parar la ola de calor pero si tu quieres que llueva, que caiga chirimiri o un aguacero con pedruscos como mi cabeza, yo te lo traigo, Sarita. 
Sara va corriendo hacia él para darle un abrazo y los 2 acaban empapados. 
Sara: Aitor, no te separes de mi ni 5 centímetros. Quiero que te líes siempre en la rotonda, y que me vengas a buscar y que me mandes cuadernos y que me fabriques recuerdos y que me traigas la lluvia todos los días. 
Aitor: ¿Qué pasa? Como te has levantando hoy ¿no? ¿Qué es la crisis de los 18 o es que eres un tipo de gremlin que se pone cariñosa cuando la riegan?
Sara, sin decir palabra, besa a Aitor. Pero entonces recibe un mensaje de Lucas que pone: "22 grados en Madagascar.. Sara, pase lo que pase, yo estaré esperándote.."

No pueden resistirse.

Aitor y Sara están asomados en la terraza. 
Sara: ¿Qué pasa?
Aitor: Que quería decir que ya me he quitado el casco y que voy a besarte. Así que si quieres pintarte los labios o lo que sea, pues.. 
Sara: Ya, es que aún no estoy preparada. Tendrás que esperar un poco. 
Aitor: Bueno, no pasa nada, tú tómate tu tiempo ¿eh?
Sara: Vale. 
Aitor: ¿Ya?
Sara: Mmm, no, todavía no. 
Aitor: No se, si quieres podemos ir a otro sitio, alomejor.. 
Sara acaricia suavamente la cara de Aitor y finalmente se besan. Lucas sale de su casa y los ve, ellos cortados también se quedan mirándolo. 

La salva.

Aitor está con Paco y Mariano. A Aitor le empieza a sonar el móvil, es Sara, que está metida en serios problemas. Aitor lo descuelga, pero Paco se lo quita y cuelga. 
Paco: ¿Tú no decías que no ibas a hablar con ella? ¿Eso es lo que vale tu puñetera palabra?
Aitor: ¿Y la tuya? ¿Cuánto vale la tuya, Paco? No se, porque a mi me parece que tú estás jugando a 2 bandas, a mi me dices que me aparte y a Sara que eliga. ¿Qué coño me estás contando?
Paco: ¿Se puede saber como coño sabes tu eso?
Aitor: Porque estaba esta mañana yo metido en las sábanas. Sara se ha levantado y se ha ido para tu cuarto y he tenido que esconderme y salir corriendo como un perro para que no me reventaras la puta cabeza. 
Paco: ¿Y cómo no te voy a reventar la puta cabeza? Si te he visto zorreando a mi hija en un coche, ¿o no es así, Mariano?
Mariano: Yo no he visto nada. 
Aitor: Porque había un puto francotirador apuntándote a la cabeza si te acercabas para matarte, Paco. Ya, ¿sabes lo que te digo? Que estoy harto de tragar mierda y de que todo el mundo me diga lo que tengo que hacer. Se acabó, Paco. 
Mientras, Sara está reunida con unos cuantos matones. 
Sara: Mira, a mi me da igual que el madero ese te haya cerrado el garito ¿vale? Yo me piro. - Sara se intenta escapar pero uno de los hombres la coge por los brazos. 
Sara vuelve a llamar a Aitor y Aitor por fin se lo coge. Sara tiene el móvil metido en su bolsillo preparado para que Aitor escuche lo que está pasando.
Aitor: Dime. 
Sara: No me das miedo con la pistola. 
Aitor: ¿Sara?
El matón descubre el móvil y se lo coge.
Matón: Regístrala. 
Uno de los hombres la registra y descubre que tiene una pistola escondida en una de las botas marrones altas que lleva puestas. 
Matón: Esa no es la mirada de una putita yonkie, eres la primera pastillera del barrio que lleva una pistola en las botas. - Dice el matón cogiéndole violentamente de la cara. - Ven aquí. Eres una profesional ¿no? Mira. - Dice el matón enseñándole a Sara un paquete lleno de droga preparada para que se esnife. - Te voy a invitar, esto es colombiana pura, cortesía de la casa. La pena es que alomejor no me vas a poder dar tu opinión. - El matón le va a meter la droga pero esta la sopla. - Vamos a portarnos bien. - El matón coge otra vez droga y consigue metérsela por la nariz, y así muchas más. - Me debes ya unos 200 euros, ¿me vas a decir ya si tu novio el policia sabe algo? - Aitor llega a donde están y ve la escena, Sara, ya casi desmayada, lo consigue ver. - Contéstame, niña. 
Aitor sale y apunta al matón, que tiene por delante a Sara, con dos pistolas. 
Aitor: Si te acercas a las pistolas te reviento la puta cabeza, ¿me oyes? Suéltala. Si quieres salir andando tú solito de aquí, suéltala. 
Matón: Mira, chaval, no estás en condiciones de dar órdenes. Aquí la zorra la tengo yo. 
Aitor: Se me está acabando la puta paciencia, colega. Tengo una pistola apuntándote entre ceja y ceja, puntuación de tiro 9.7 y la bala saldría a una velocidad de 1300 km/h  y nos separan 2 putos metros. 
El matón mete la cara de Sara en la droga. 
Matón: ¿Tú sabes cuanto tarda en morir de sobredosis una yonkie? Si me disparas vas a recibir un balazo en la cabeza, entonces no podrás llamar al SAMUR, chaval. 
Aitor tira las pistolas y el matón saca la cara de Sara de la droga y la tira violentamente contra el suelo. Sara empieza a tener espasmos en el suelo y no deja de pegar botes. Los matones se van y Aitor va corriendo hacia Sara, intentando que pare. 
Aitor: Sara, perdóname. 
Seguidamente, Aitor la besa. 

Se despide antes de ser disparado.

Ainhoa y Ulises están hablando por walkie y los dos están llorando a más no poder. 
Ulises: Chivata, ¿estás ahí?
Ainhoa: Sí, Ulises, estoy aquí. 
Ulises: El instrumental de Valeria va de camino, tu hermana se va a poner bien, te lo prometo ¿vale?
Ainhoa: Gracias, muchas gracias. 
Ulises: Chivata, oye ¿tu sabes esa historia de una flor que solo vive un día? Pues es una mierda. Tenías razón, chivata, como mejor estamos tu y yo es con tierra de por medio ¿no crees?
Ainhoa: No, no lo creo. Como mejor estamos es a 2 centímetros de distancia, sintiendo nuestro aliento. Iba a decirte que volviéramos a intentarlo, otra vez juntos tu y yo, pero veo que no estás ahí. 
Ulises: Ainhoa, solo nos hemos hecho daño. Nuestra historia ha sido un error desde el principio. 
Ainhoa: No, no fue un error, ni de coña. La historia de amor más bonita que he tenido en mi vida no ha sido un error y no quiero que lo digas y no quiero que lo pienses tampoco porque no ha sido un error. Repetiría cada momento, cada momento que pasé contigo. 
Ulises: ¿Los repetirías todos? ¿Incluso cuando te tiré el pescado podrido por encima?
Ainhoa: Incluso cuando me hiciste lavarme el pelo con cebo de pesca. 
Ulises: Hay una cosa que yo no repetiría, cuando me clavaste el arpón en el pecho. Pero si repetiría después, cuando bailamos juntos agarrados en el gotero.
Ainhoa: Y cuando nos levantamos juntos en la cama que me hiciste en la bodega. 
Ulises: Cuando te metiste en la caja para sacarme del calabozo. 
Ainhoa: Y cuando hicimos juntos el huerto de flores de papel. 
Ulises: Como cuando nos dijismos te quiero la primera vez, a través del ojo de buey. 
Ainhoa: Si te estás despidiendo por walkie es porque no te voy a volver a ver más ¿verdad?
Ulises: Quien sabe. 
Ainhoa: Ulises Garmendia, ha sido muy bonito ser tu novia. 
Ulises: Ainhoa Montero, ha sido increíble ser tu chico. 

El amor es más poderoso que cualquier cosa.

El 6 de Agosto de 1945 una bomba atómica estallaba en la ciudad japonesa de Hiroshima y mataba en el acto a 120000 personas, 250000 murieron más tarde por efecto de la radiacción. El 25 de Septiembre de 2010 el acelerador de partículas del CDND situado en el subsuelo de la ciudad suiza de Ginevra sufrió un accidente y mató a 680000000000 de personas. Solo un puñado de seres humanos sobrevivieron al apocalipsis, entre ellos Ainhoa. Entre ellos Ulises. Dicen que el amor es una trampa de la naturaleza concebida para perpetuar la especie. Puede que sea así, pero para mi el amor es lo que me ayuda a conjugar la tierra, a conjugar bocanadas de aliento. El amor es más poderoso que cualquier cosa, porque no hay bomba atómica ni acelerador de partículas que pueda destruirlo, ni 4 disparos en el pecho, ni una mentira piadosa. 

FOTOS AINHOA Y ULISES 1




















Comparten cama y confidencias.

Ainhoa está compartiendo cama con Ulises. 
Ulises: Estás temblando, ¿tienes frío?
Ainhoa: Lo que tengo es rabia. Tengo 20 años y nadie tiene derecho a humillarme así y menos mi padre. Si me acuesto con Gamboa como si me tiro a todo el barco.
Ulises: Pues asúmelo, porque el barco es la casa de papá y vas a pasar aquí el resto de tu vida. 
Ainhoa: Ulises, no estoy para bromas. 
Ulises: Para un padre nadie es la persona acertada para su hija, va con el carnet de padre. 
Ainhoa empieza a llorar. 
Ainhoa: Pues alomejor no es la persona acertada pero creo que tengo derecho a darme yo sola contra una pared ¿no?
Ulises: Claro. - Dice Ulises empezando a llorar. - Me daría igual, que si algún día chocases contra esa pared y necesitaras que alguien te pusiera una tirita, llámame, yo estaré por aquí ¿vale?
Ainhoa le da un beso en la cara a Ulises. 
Ainhoa: Gracias. 

Impide que arriesgue su vida.

Ainhoa tira delante de Ulises la jaula que habían construido entre los dos. 
Ulises: ¿Por qué coño has tirado la jaula? - Dice Ulises cogiendo violentamente a Ainhoa del brazo. 
Ainhoa: ¡Por que no soporto ver lo imbécil que eres y lo egoista y como te juegas la vida! - Dice Ainhoa rompiendo a llorar. - Y viendo como tienes a alguien, como Julia, que te necesita y haría de todo por ti. 
Ulises: ¿Seguro que lo has hecho por eso? ¿O lo has hecho porque eres tú la que no quiere que baje ahí abajo?
Ainhoa: ¡Sí! No que bajes a pecho descubierto, que te zampe el bicho y no volverte a ver jamás. 

Se declara.

Ulises y Ainhoa se están viendo a través de una puerta. 
Ulises: Mira, chivata. Estamos encima de un volcán, así que deja de decir gilipolleces y lárgate, porque o si no te vas a achicharrar, Ainhoa. 
Ainhoa: Me voy a achicharrar pero no me voy a ir de aquí hasta que me digas como has sido tan gilipollas de autoinculparte de un asesinato. - Dice Ainhoa rompiendo a llorar. - ¿Por qué?
Ulises: Ainhoa, sal ya de aquí, por favor. 
Ainhoa: No hasta que me digas porque. 
Ulises: Ainhoa, vete ya, por favor. 
Ainhoa: No hasta que me digas porque. 
Ulises: Sube a la cubierta superior, coges un chaleco y te subes a un bote. Ainhoa, por favor. 
Ainhoa: No, dime porque. 
Ulises: Déjame solo. 
Ainhoa: No, dime porque. 
Ulises: ¡Que me dejes solo!
Ainhoa: ¡Que me digas porque!
Ulises: Porque te quiero. 

Los que se pelean se desean.

Ainhoa está barriendo el suelo y Ulises se acerca a ella, ante la atenta mirada de todo el mundo. 
Ulises: Chivata, lo de hacerte la encontradiza con un mocho ya está muy visto, vas a tener que pensar otra cosa para que te bese ¿eh?
Ainhoa: No te besaría ni muerta, ni en la peor de mis pesadillas. 
Ulises: Ah, pues habrás tenido unas cuantas porque hoy tienes unas ojeras que te llegan hasta los tobillos. 
Ainhoa: Bueno, por lo menos son las ojeras y no las pelotas, que parece que te pesan de estar todo el día tumbado a la bartola. 
Ulises: Alomejor no soy el único que se lleva todo el día tumbado a la bartola, porque a ti se te está poniendo un culo como una plaza de toros. 
Ainhoa: Te odio. 
Ulises: Eres la cosa más fea de este barco. 
Ainhoa, se da la vuelta, coge un cubo de agua y se lo tira por encima a Ulises. 

Comparten ducha.

Ainhoa se está duchando y Ulises entra también a las duchas. 
Ainhoa: ¿Qué haces?
Ulises: ¿Qué pasa?
Ainhoa: Que no entres, sal. 
Ulises: Pero si los baños son mixtos ¿no?
Ainhoa: Pues sí, pero ahora mismo no hay nadie y me quiero duchar sola, o sea que sal, por favor. 
Ulises: Pues vamos a apagar la luz, ¿vale? Yo no te veo y tu no me ves, hacemos como que no existimos y así no me tengo que esperar aquí fuera muerto de frío. 
Los dos empiezan a ducharse. Ainhoa coge su champú y se da cuenta de que no le queda. 
Ainhoa: Oye. 
Ulises: Joder, que susto, pensaba que no había nadie. ¿Eres tú, chivata?
Ainhoa: No, soy tu madre. ¿Tienes champú, o gel o algo así?
Ulises: Ya, no podemos compartir ducha pero si podemos compartir champú ¿no? Que lista.  Toma. 
Ainhoa se tapa con una mano y coge el champú de Ulises. Se lo echa por el pelo y se da cuenta de que son gusanos. 
Ainhoa: ¿Qué es esto, tío?
Ainhoa empieza a gritar y Ulises se acerca a ella asustado. 
Ulises: ¿Qué pasa?
Ainhoa: Quítamela por favor, que me da muchísimo asco. 
Ulises: ¿Qué ibas a pescar? - Dice Ulises mientras empieza a quitarle los gusanos que tiene por todo el cuerpo. 

Zona vip.

Ainhoa está tomando el sol en bikini de espaldas con todo el mundo y Ulises la ve. Hace el gesto a la gente para que se calle y coge un cubito de hielo, que al poco tiempo se lo restriega por la espalda. Ainhoa empieza a gritar. 
Ainhoa: Está congelado. Que susto me has dado. ¿Qué?
Ulises le quita los mechones de pelo castaño de la cara a Ainhoa. 
Ulises: Si no te quitas esos tirantes se te va a quedar la marca del Sol. 
Ainhoa: Vaya, mira quien fue a hablar, el chico que entró al barco con un moreno estilo albañil. Además lo que estoy haciendo es delimitar las zonas de uso y disfrute privado. 
Ulises: ¿Y yo tengo carnet vip?
Ainhoa: Sí. 
Ulises: Bien. - Dice Ulises mientras le desabrocha el sujetador del bikini y se va riéndose. 

Los pilla.

Ainhoa y Ulises están en toalla en los baños. Ainhoa está de rodillas y Ulises le está echando agua por la cabeza y después champú. 
Ainhoa: Es que creo que sigo notando algo por la nuca, me hace como cosquillas. 
Ulises: Que no tienes nada. 
Ainhoa: Sí, míramelo bien. 
Ulises: No tienes nada. 
Ainhoa: Eres idiota.
Ulises: Te juro que no lo he hecho aposta, cogí el tarro del almacén y no era champú.
Ainhoa: Pero es que me noto cosas, mírame por aquí, por favor. 
Ulises: Chivata, te estoy mirando pelo a pelo y no tienes nada. 
Ainhoa: De verdad, es que me da muchísimo asco. 
Ulises: ¿A que no te sigo lavando el pelo? Me voy. 
Ainhoa: No, por favor. 
Gamboa abre la puerta y se les queda mirando. 
Ulises: Chivata, una cosa. 
Ainhoa: ¿Qué?
Ulises: ¿Tu chico es celoso?
Ainhoa: Es que me he lavado el pelo con lombrices.
Ulises: Sí, alguien está poniendo suavizante como cebo para el chicharro. 
Gamboa: En este barco ya no puedes fiarte de nada ni de nadie. 

Acepta las condiciones.

Ainhoa y Ulises están en cubierta y Ainhoa está llorando. 
Ainhoa: No puedes insultar a la chica que quieres y ser feliz ¿es eso? ¡Te quiero! ¿Me oyes? Te quiero. Y sería capaz de subir al palo mayor para que todos se enteraran y que lo escuchara hasta la última persona del mundo, hasta quedarme sin voz, pero es que no puedo. 
Ulises: ¿Por qué? ¿Qué está pasando? ¿Es Gamboa?
Ainhoa: No. 
Ulises: ¿Te está amenazando Gamboa?
Ainhoa: No, Ulises. Por favor, es que esas eran las condiciones, que no me hicieras preguntas y que tuviéramos paciencia y que me dieras tiempo, pero es que ya han pasado 2 días y no hemos podido cumplirlo y de verdad te juro que se que no es fácil, pero es que es eso lo que te pido. Es que no puedo ofrecerte nada más, te lo juro. 
Ulises va hacia Ainhoa y coge su cabeza suavemente entre sus manos. 
Ulises: Escúchame. Yo no se ni lo que estamos intentando, pero yo no puedo odiarte e insultarte por las esquinas. Chivata, no puedo. - Dice Ulises mientras le da un abrazo a Ainhoa. - Yo quiero decirte que te quiero todas las mañanas y todos los segundos y que no voy a parar hasta conseguirlo, hasta que me muera de no dormir, de no tenerte, de no entenderte. Voy a quererte como tú me pides, sin preguntas. - Los chicos se vuelven a dar otro abrazo. 

A favor por favor.

Ulises y Ainhoa están frente a frente delante de todo el mundo. 
Ainhoa: Ulises, te tengo que pedir un favor. 
Ulises: Supongo que eso es parte del trato de ser amigos ¿no?
Ainhoa: Sí. 
Ulises: Pues venga, pídeme lo que quieras. 
Ainhoa: Gamboa quiere enrrollarse con Estela y yo eso no lo puedo permitir, no quiero que ese cabrón le haga a ella lo mismo que me hizo a mi, no quiero que la toque, ni que se acerque a menos de 30 metros.
Ulises: Vale, tranquila. No le voy a dejar que se acerque ni a medio metro. ¿Qué es lo que tengo que hacer?
Ainhoa: Haber, es que yo a ella le he dicho que a ti te gusta un poquito, entonces había pensado que podrías pedirle una cita. 
Ulises: O sea, que además de ser mi ex-novia y mi amiga también vas a ser mi celestina. Joder, Ainhoa.. 
Ainhoa: Que ya lo se.. 
Ulises: Pero que a mi Estela no me gusta, que no hay feeling. 
Ainhoa: Ya, pero que es un poco. 
Ulises: Vale, saldré con ella esta noche, pero una copa, nada más. 
Ainhoa: Una, nada más. 
Gamboa: Señorita Montero, por muy divertido que sea su amigo no creo que merezca la pena perderse el exámen. 
Ainhoa: Ahora voy. Gracias. 
Ulises: Eh, a favor por favor. Es que yo también quiero conseguir una cita para el chico de moda de este barco, Palomares. Así que igual puede ser una cita de dobles parejas. 
Ainhoa: Eres un cabrón. 
Ulises: Reza un padrenuestro. 

Quieren estar juntos para siempre.

Ainhoa y Ulises están sentados juntos rodeados de todo el mundo. 
Ulises: Prométeme una cosa. 
Ainhoa: ¿Qué?
Ulises: Prométeme que no vas a estar con nadie más, nunca. 
Ainhoa: ¿Qué?
Ulises: Esta ola no me da ni la mitad de miedo que despertarme un día y que no estés. Y la única solución que le veo es que me lo prometas. Prométemelo. Que no vas a mirar a ningún otro, que no le vas a dar tu móvil, ni el twitter, ni el facebook, ni vas a tocar el pianito ni vas a hablar con otro chico, bueno si quieres puedes hablar con niños, gays, ya está. 
Ainhoa: Vale. 
Ulises: Prométemelo. 
Ainhoa: Sí. 
Ulises: ¿Cómo que sí?
Ainhoa: Te estoy diciendo que sí. 
Ulises: No, pero tienes que decir que.. 
Ainhoa: Que sí, que te lo prometo, que sí. 
Ulises: Tienes que decir si quiero. 
Ainhoa: Pero si es que te lo estoy prometiendo. 
Seguidamente Ulises besa a Ainhoa. 

Encuentro en el rascacielos.

Están todos reunidos pero Ainhoa y Ulises están en grupos distintos. Los dos, al verse, van andando en dirección para encontrarse y se dan un abrazo seguido de un beso. 
Ainhoa: Nos estaban apuntando. 
Ulises: ¿Qué has hecho esta vez?
Ainhoa: Enamorarme. 
Ulises: Espero que sea de mi, chivata. 
Se vuelven a dar otro beso. 

Planean cita.

Ulises: Tranquila. - Dice Ulises cogiendo la cabeza de Ainhoa entre sus manos. - ¿Hay alguien ahí? - Dice Ulises dándole golpecitos en la cabeza a Ainhoa. - Soy yo el que iba a estar toda la vida encerrado en la bodega y gracias a que Gamboa a vuelto soy libre, Ainhoa. - Ulises le va a dar un beso a Ainhoa, pero justamente antes de que sus labios se toquen se aparta un poco de ella. - ¿Qué pasa, que me ibas a besar con tu novio de cuerpo presente? Eso no está bien. Escúchame. - Dice Ulises cogiéndole las manos a Ainhoa. - Tómate el tiempo que necesites y si a las 12 en punto de la noche has hablado con él yo voy a estar aquí, dando una vuelta por cubierta. - Dice Ulises mientras le da un beso en la cara a Ainhoa y después le da otro en la mano. - Eso sí, si vienes tienes que traerte una flor. 
Ainhoa: ¿Por qué?
Ulises: Es una sorpresa. 
Ainhoa: Vale. 

Construyen una jaula.

Ulises está trabajando y Ainhoa entra a donde él está. 
Ainhoa: ¿Qué prentedes demostrar bajando hasta allí abajo en esta jaula de jilguero?
Ulises: Chivata, te estás metiendo donde no te llaman. 
Ainhoa: ¿Tienes miedo de irte a vivir con tu novia pero no te da nada de miedo bajar en esta jaula a enfrentarte a un gran mosntruo marino?
Ulises: ¿Y tú? Que llevas todo el día arrastrando una maleta como un alma en pena porque te da miedo irte a vivir con Gamboa. - Dice Ulises señalando a la maleta roja que lleva Ainhoa en las manos. 
Ainhoa: No me da miedo. 
Ulises: ¿Ah, no?
Ainhoa: No. 
Ulises: Pues vete entonces y estrenas ese ridículo traje de novia, o camisón, o lo que coño sea. - Dice Ulises señalando al vestido corto blanco que lleva Ainhoa puesto. - Todavía me quedan 3 horas para acabar de soldar la jaula, si me dejas, por favor. - Ainhoa, decidida a seguir molestándolo va hacia un mono de trabajo y se lo pone ante la atenta mirada de Ulises. - ¿Se puede saber qué haces?
Ainhoa: Te ayudo a suicidarte. 

Hablan de su cita.

Ainhoa sale muy arreglada, con un vestido negro corto y Ulises la ve. 
Ulises: Hola. 
Ainhoa: ¿Qué vas a hacer una inversión? - Dice Ainhoa al ver que Ulises va vestido de buceador. 
Ulises: No, que va. Voy a una fiesta de disfraces, ¿no me digas que no te han invitado?
Ainhoa: Sí, pero es que no puedo ir porque tengo el disfraz de sirena en el tinte. 
Ulises: Que pena, porque te podría haber pescado por mi arpón. 
Ainhoa: ¿Ah, sí?
Ulises: Sí. 
Ainhoa: Vaya, ya te gustaría. 
Ulises: Un poquito. 
Ainhoa: No en serio, ¿para qué tienes que bajar?
Ulises: Una inspección en el casco. ¿Y tú, que tienes una recepción con el embajador?
Ainhoa: Casi, tengo una cita. 
Ulises: ¿En serio?
Ainhoa: Sí. 
Ulises: Pásalo bien. 
Ainhoa: Gracias. 
Ulises: No te lo lleves al congelador como hiciste conmigo, que para refrotarse siempre es mejor la temperatura ambiente. 
Ainhoa: Eres tan imbécil. 
Ulises: Ya lo se. Chivata. 
Ainhoa: ¿Qué?
Ulises: ¿Quién es el afortunado?
Ainhoa: Si te lo digo, ¿juras no decírselo a nadie?
Ulises: Joder, que manía teneís en tu familia con lo de los juramentos. Lo juro. 
Ainhoa: Gamboa. 

Relación abierta.

Ulises, Ainhoa y Estela están revisando unas máquinas. 
Ulises: Haber, este es el conducto del aire acondicionado que recorre todo el edificio. Se escucha como si alguien estuviera gritando allí abajo, a 10 metros, pero no puede ser, es imposible. 
Estela: Está atrapado y llorando, Ulises ¿no lo escuchas?
Julia: Haber. - Dice Julia yendo hacia los chicos. - Estela, nadie cabe en un conducto tan estrecho y las 12 plantas que hay abajo están vacías. A mi lo único que se me ocurre es que sean bolsas de aire, no más. 
Estela: Eso no son bolsas de aire.
Ainhoa: Pero, Julia ¿cómo van a ser esto bolsas de aire? Lo que hay allí afuera es océano, es agua, no es una ventisca, por Dios. 
Julia: Vamos haber, es aire, Ainhoa. Suena como cuando se cuela por una rendija, el movimiento del mar provoca corrientes y empuja al aire, está subiendo por nuestros conductos, es completamente normal. 
Ulises: Bueno, chicas si no hay nada, ni humanos ni abisal, ya os podeís ir, que teníamos una conversación pendiente Ainhoa y yo entre manos. 
Estela: Ya, lo del sexo salvaje ¿no?
Julia: Si hablar está muy bien, hay que hablar por los codos. Mira, yo empezé así y mañana me caso. 
Ainhoa: Bueno, es que nosotros no somos mucho de casarnos. 
Julia: ¿A, no?
Ainhoa: No, hemos decidido tener una relación abierta. 
Estela: ¿Ah, sí?
Ainhoa: Sí. 
Estela: Es que no se que teneís los chicos en la cabeza ¿eh? Tantos meses detrás de este bombón ¿y ahora qué? ¿Te has cansado y vas a por la siguiente?
Ulises: No, yo no me he cansado, yo quiero estar con Ainhoa. Además, parece que no me conoceís, yo siempre he estado a las duras y a las maduras, siempre. 
Julia: Bueno, Ulises, pero es que alomejor lo que te pasa es que tienes pánico al compromiso. Ay chica, que pena, lo siento tanto. 
Ulises: Vamos haber, la gente se compromete con un perro, con la hipoteca y a los 2 meses se cansan. 
Julia: No, si haber yo te entiendo completamente, lo que pasa es que a mi me suena a escusa barata, que a mi me lo han hecho muchas veces. 
Ulises: Que no es ninguna escusa. 
Ainhoa: ¿Contigo era tan poco romántico también?
Ulises: ¿Pero que poco romántico? ¿Qué dices?
Estela: Mira, yo no he llegado a acostarme con él pero.. 
Ulises: Ya, Estela, tu y yo tendríamos que hablar algún día de lo tuyo, porque.. 
Estela: Pero lo único que te puedo decir es que muy paradito si es el muchacho. 
Julia: Te voy a decir una cosa antes de que te sigas columpiando, ¿sabes lo que pasa con las relaciones abiertas? Que cojen una doble dirección, son abiertas para ti pero también son abiertas para ella.

UYA7

Ulises y Ainhoa están juntos en la enfermería. 
Ainhoa: Ulises, escucha. Alomejor te parece una locura, igual ahora no podemos estar juntos pero tienes que confiar en mi. - Dice Ainhoa dándole un abrazo a Ulises. - Alomejor te insulto, no te hablo, te trato mal o no te miro, pero aunque te diga todo eso y tú ahora no entiendas nada, cuanto peor te trate más te estaré queriendo. Te quiero, no lo olvides. 

Ya se donde encajo, aquí contigo.

Ulises está por un barco a oscuras y Ainhoa se le aparece por delante. 
Ainhoa: Creo que vas a necesitar a alguien que te eche una mano. Ni tú podrías gobernar este barco solo. - Ulises inmediatamente empieza a llorar. - ¿Qué dices? ¿Aceptas a esta polizón?
Ulises: Me gustan los polizones. 
Ainhoa: Ya se donde encajo, aquí contigo. 
Ulises mira a Ainhoa a los ojos, le acaricia la cara y la besa apasionadamente. 

UYA6

Ainhoa está con Ulises en la cubierta del barco. 
Ulises: Necesito oírte contestar la rpegunta que Ramiro te hizo en el juicio. 
Ainhoa: ¿Y de qué sirve eso ahora?
Ulises: Para lo mismo que cuando tú me preguntaste en la bodega que porque lo hice. Yo te contesté, porque quiero saber si me quieres. 
Ainhoa: No lo se. 
Ulises: Tienes que saberlo. Acércate más. - Ainhoa le hace caso y se quedan separados tan solo por 5 centímetros. - Cuando te tengo a 10 centímetros de mi el corazón se me sale por la boca, dime si tú sientes lo mismo. Dímelo. 
Ainhoa: ¿Qué más da lo que siento? ¿Qué pasará con el corazón si tú sigues con otra persona?

UYA5

Ulises está tranquilamente en los vestuarios y Ainhoa llega con una linterna. 
Ainhoa: Hola. 
Ulises: Hola. - Ainhoa va a coger una cosa de su taquilla pero le da un calambrazo. - ¿Te da calambre?
Ainhoa: Sí. No nos vemos en todo el día y nos encontramos aquí. 
Ulises: Pues ya ves. ¿Vas a entrar? Porque está ocupado y va para largo ¿eh?
Ainhoa: No. ¿Hay una chica? ¿Y esa pulsera? - Dice Ainhoa señalando una pulsera de perlas naranjas que lleva puesta Ulises. 
Ulises: Joder, que me has pillado. Hay una chica.
Ainhoa: Ah, ¿y estaís saliendo?
Ulises: ¿Cómo te lo digo? Estamos empezando. 
Ainhoa: Pues me alegro por ti y por ella también. 
Ulises: Claro, había que pasar página ¿no?
Ainhoa: Sí, y ahora que uno de los dos ha rehecho alomejor podemos ser amigos y que funcione todo. 
Ulises: Y dejar de ponernos tensos y poder hablar. 
Ainhoa: Y rozarnos sin que signifique nada y esas cosas. 
Ulises: Eso es. 
Ainhoa: Claro. Pues me alegro por ti, de verdad. 
Ulises: Ya te la presentaré. 

UYA4

Ainhoa y Ulises están sentados en la cama y Ainhoa está afeitando a Ulises. 
Ainhoa: ¿No es romántico casarte en un hotel hundido en Singapour con un cura resucitado y con tus dos hijas de testigo? Así sí que digo yo un para siempre. 
Ulises: Bueno, no se, a mi los para siempre se me han hecho siempre un poco grandes, de toda la vida ¿sabes?
Ainhoa: O sea, que tú y yo no vamos a estar toda la vida, vamos a estar pues ahora, así un ratito juntos. 
Ulises: Vamos haber, ¿de qué estamos hablando? ¿Qué quieres que te firme un justificante o podemos poner la alarma en el móvil?
Ainhoa: Pues mira, yo siempre he sido más de promesas de amor eterno ¿sabes?
Ulises: Mira, de todas las mujeres que hay en este planeta estoy enamorado de ti y no quiero que acabe nunca. Pero no me gustan ni los anillos, ni los para siempre. Es absurdo, Ainhoa. 
Ainhoa: Que no hombre, que no es absurdo. A mi me parece super bonito. Tener planes, hacerlos, creer que no tienes secretos con tu pareja, porque yo siento que te quiero para toda la vida y me gusta decírtelo. 
Ulises: Y a mi. A las 10 de la mañana, en el con fin del planeta. Pero resulta que soy un niño abandonado, mi madre se murió joven y los para siempre de mi vida no han durado ni media hora y no se si te voy a poder hacer las promesas esas que tu quieres.
Ainhoa: Vaya, bueno, pues nose. - Va diciendo Ainhoa mientras se pone de rodillas y se va quitando el vestido. - Lo que me estás diciendo es que no se, que seamos amigos así, sin compromiso ¿no? - Se vuelve a poner el vestido para picar a Ulises y empieza a refregarse contra él fingiendo que hace otras cosas. 
Ulises: Claro. - Ulises, cansado y riéndose coge a Ainhoa y se la sienta encima, esta tiene una tostada en la mano. - Hombre, si eso significa que vas a seguir afeitándome todas las mañanas y que vamos a seguir teniendo sexo salvaje por la noche, si quiero. 
Ainhoa: ¿Sí? - Seguidamente Ainhoa le da un beso

UYA3

Valeria: Ey, yo también tengo que ayudar a alguien. Es un secreto. 
Ainhoa: ¿Dónde vas, Valeria? - Dice Ainhoa al ver que la niña sale corriendo de la habitación. 
Las dos llegan a la bodega y Valeria empieza a darle golpes a una habitación cerrada, en el interior está Ulises. 
Valeria: Aquí es. ¡Hola amigo!
Ulises: Bueno, pero si eres tú. Primero en puerto y ahora otra vez, ¿que te estás haciendo la encontradiza conmigo o algo así?
Ainhoa: ¿Por qué estás encerrado?
Ulises: Asuntillos familiares, si me abres te lo cuento. 
Valeria: Es el hijo del tío Julián, que ha venido a conocerlo al barco pero el tío lo ha encerrado porque no sabe quien es y papá se ha enfadado con él. 
Ulises: Por favor. Oye niña, ¿me vas a abrir o no?
Ainhoa: Te voy a abrir, pero te aviso de que voy armada así que bobadas las justas ¿vale? Vete para atrás. 
Ulises: Va va. 
Ainhoa: Más, hasta el fondo. Levanta las manos. 
Ulises: ¿Cómo?
Ainhoa: ¡Que levantes las manos! 
Ainhoa entra en la habitación dándole una patada a la puerta con un arpón en las manos, seguida por Valeria. 
Ulises: Hola.
Valeria: Hola. 
Ulises: ¿Un arpón? O sea, yo creía que después de nuestro primer encuentro me recibirías con algo más romántico. - Dice Ulises acercándose a Ainhoa. 
Ainhoa: ¿Qué haces?
Ulises se saca una cámara del bolsillo y le hace una foto a Ainhoa. 
Ulises: Siempre hago fotos a las cosas bonitas que veo. Mira. - Dice Ulises enseñándole la foto a Valeria. 
Valeria: Que chula. Te ha llamado cosa bonita, ¿quieres casarte con ella?
Ainhoa: Da igual, Valeria. 
Ulises: Valeria, apuntarme con un arpón es el paso previo a la primera cita, ya lo verás. Tú prueba, que igual cambio de opinión. 
Ainhoa: Bueno, vale. - Dice Ainhoa tirando el arpón al suelo. - Pero que conste que te saco de aquí porque me da pena que te mueras ahogado con la tormenta. 
Ulises: ¿Qué tormenta? Si solo están cayendo 4 gotas, niña. - El barco se mueve y los tres se caen al suelo dándose fuertemente contra unas cajas de madera. - ¿Estaís bien?
Ainhoa: Tenemos que ir a rescatar a 2 compañeros que están a la deriva en una lancha.
Ulises: ¿Cómo?

UYA2

Ulises entra en la habitación donde está Ainhoa. 
Ulises: Ainhoa. 
Ainhoa: ¿Cuántas mentiras me has contado? Esta chica entró en el barco con la intención de matarnos a todos. - Dice Ainhoa, sin mirar a Ulises pero enseñándole una foto de él dándole un beso en la cara a Dulce, los dos tumbados en una cama. - Y tú la conocías. Tú lo sabías y no le dijiste nada ni a mi padre, ni a mi ni a nadie. 
Ulises: Tienes que confiar en mi ¿vale? - Dice Ulises mientras Ainhoa se gira para mirarlo a los ojos. 
Ainhoa: ¿Quieres que confíe en ti? Pero si no se quien eres, ¿quién eres? ¿Eres el Ulises que cuando estamos en la cama me dice que todo va a salir bien o el amigo de esa gente que entró para matar a mi familia? ¿Quién eres? ¿Eres el Ulises que ha venido entre esas cajas o el que no ha parado de decir ni una sola mentira desde el primer día que llego aquí? - Ainhoa le pega un empujón a Ulises. - ¿Quién eres? ¿Cuál de todos ellos eres?
Ulises: Ainhoa. 
Ainhoa: No, dímelo, ¿cuál de todos ellos eres? - Dice Ainhoa volviéndole a dar otro empujón. - ¿Quién eres? ¿Cómo te llamas de verdad? ¿Quién cojones eres?
Ulises: Ainhoa, soy yo.
Ainhoa: No te conozco. - Dice Ainhoa mientras le tira la foto. 
Tiempo después, Ulises le habla a Ainhoa por el walkie. 
Ulises: Ainhoa, ¿me recibes? Ainhoa, sé que me estás escuchando, yo solo quería decirte adiós.
La vida cambia día a día, hoy estás compartiendo almohada con la chica de tus sueños y mañana estás en una habitación de hotel, yo solo quiero a una. Y por eso en la vida real no hay finales felices, hay finales tristes, solo existen los nuevos comienzos. 

Walkie2.

Ainhoa y Ulises están hablando por walkie. 
Ulises: Ainhoa, ¿me recibes?
Ainhoa: Aquí periquito 2, te recibo periquito 1. 
Ulises: Vale, ya está bien con la coña ¿no? La próxima vez que te vaya a decir algo bonito no se, te hablaré de osos panda ¿eh?
Ainhoa: No me lo puedo creer, ¿me has dejado una notita cursi encima de la cama?
Ulises: ¿Pero de qué notita me hablas? No me digas que tienes un admirador secreto, porque yo no te he dejado nada. 
Ainhoa: Es una foto. 
Ulises: Ainhoa, escúchame, no veas esa foto, por favor. 

UYA

Ulises está tranquilamente poniéndose una corbata, ya que hoy se va a arreglar. Ainhoa entra donde está él y lo observa divertida como no sabe ponerse la corbata. 
Ainhoa: ¿El experto en nudos marineros no sabe ponerse una corbata? Pues ya puedes ir practicando porque no quiero que le pidas ayuda a ninguna otra chica. - Dice Ainhoa mientras se acerca a él y empieza a colocarle bien la corbata. 
Ulises: Es que no le voy a pedir ayuda a ninguna otra chica porque tú no te vas a quedar en el hotel. Me da igual que lo diga Max o que lo diga san Pedro. Tú te vienes conmigo a tierra, no te pienso dejar sola aquí. - Dice Ulises mientras besa a Ainhoa. 
Ainhoa: Es justo, Ulises. La gente del hotel tiene miedo y quieren asegurarse de que vais a volver a por ellos. Además, en el hotel voy a estar muy bien, hya un pedazo de solarium, hay un jacuzzi. 
Ulises: Mira, ¿tu sabes lo que les pasa a los periquitos cuando se les separan de su pareja?
Ainhoa: No. 
Ulises: Que el primer día dejan de cantar, al segundo dejan de comer y después al tercer o cuarto día se mueren de pena. ¿Sabes por qué? 
Ainhoa: No.
Ulises: Porque nacen para estar juntos. Si tú te quedas yo me quedo también. 
Ainhoa: Necesito que cuides de mi familia. - Dice Ainhoa acariciando la cara a Ulises. Además le he prometido a mi hermana que le contarías un cuento antes de acostarse. Venga anda, vete, que si no nunca voy a terminar de vestirme. Periquitos dice, cursi. Vete que eres un cursi. 

Aléjate de mi.

Ulises y Ainhoa están en una cafetería y Ainhoa está llorando. 
Ainhoa: Ulises, me he equivocado. Ha vuelto Gamboa y.. Perdóname. 
Ulises se queda inmóvil mirándola pero también empieza a llorar. 
Ulises: ¿Qué pasa? Acabamos de dormir juntos, Ainhoa. 
Ainhoa: No te quiero, Ulises. 

jueves, 28 de febrero de 2013

Walkie.

Ainhoa y Ulises están hablando por walkie. 
Ainhoa: Ulises, ¿estás ahí?
Ulises: Sí. Dime, ¿qué pasa, chivata?
Ainhoa: ¿Has visto el barco que hay ahí afuera? Es idéntico al nuestro. ¿Te imaginas que hubiera un chico como tú y una chica como yo allí adentro?
Ulises: Ya, pues como anden a arponazo limpio como nosotros lo llevan claro. 
Ainhoa: Que fue un accidente. Alomejor ellos son felices. 
Ulises: Puede ser. A veces dos piezas que no encajan en un sitio pueden encajar en otro, como en el tetris. 
Ainhoa: Sí, como en el tetris. Bueno, al final nuestras piezan han encajado en la amistad, ¿no?
Ulises: Verdad. 

Secuestro.

Ainhoa está atada a un palo de madera con una bolsa de tela en la cabeza. 
Ainhoa: ¿Quién eres? Suéltame. ¿Qué quieres? - Ulises se agacha y la mira fijamente. Seguidamente le quita la bolsa de la cabeza. - ¿Qué haces? ¿Estás loco? Suéltame. 
Ulises: En cuestión de minutos mi vida se irá a tomar por culo, Ainhoa. - Dice Ulises desatándola. - Así que sí, estoy loco. - Ainhoa sale corriendo pero Ulises se pone delante de ella y los dos se estreyan contra la puerta, quedando muy cerca el uno del otro. 
Ainhoa: Me equivoqué, creía que eras tú, pero me equivoqué. Fuiste un capricho, una tontería y pensé que podría quererte pero no puedo. 
Ulises: No me convences. - Dice Ulises llorando. 
Ainhoa: Si dices que me quieres déjame en paz, te lo suplico. Déjame en paz para siempre, por favor. 
Ulises: De acuerdo, me alejaré de ti, pero antes voy a besarte. Los besos no engañan, Ainhoa. Solo es eso, un beso, nada más. 

Cuando peor te trate más te estaré queriendo.

Delante de todos, Ainhoa va corriendo hacia Ulises, esta la coge sorprendido y se dan un gran beso. 
Ainhoa: El comportamos como unos extraños se acabó, porque quiero serte útil, quiero que seamos novios. - Dice Ainhoa mientras vuelve a darle otro beso. - Y quiero que me despiertes en mitad de la noche para hacerme el amor. 
Ulises: Para eso tendremos que dormir todas las noches juntos. 
Ainhoa: Esta noche empezamos de cero ¿vale? - Dice Ainhoa mientras vuelve a darle otro beso a Ulises. 

Cuarto.

Ainhoa y Ulises están andando por los pasillos. 
Ainhoa: Ulises, la caja que busca mi padre es la que llevabas tu anoche por el pasillo ¿verdad? Tienes que decirlo ahora mismo. 
Ulises: No, no voy a hacerlo. 
Ainhoa: ¿Y por qué no?
Ulises: Tengo mis motivos. 
Ainhoa: Ah, pues gracias a tus motivos están linchando a un inocente, están yendo a por Gamboa así que si no lo dices tú lo diré yo. 
Ulises: Las cistas empienzan en 10 minutos, así que si quieren te están esperando con mi reloj, ve y alomejor te lo cuento. 

Rompe.

Ainhoa y Ulises están tirados en una red llorando los dos. 
Ulises: ¿Qué estás diciendo?
Ainhoa: Que no estoy bien. 
Ulises: ¿No me has perdonado? Dices que me has perdonado pero no es así. 
Ainhoa: Es que no puedo, creía que juntos podíamos ser felices pero no ha sido así. Mira lo que te he llevado a hacer, todo esto es culpa mía y nos estamos haciendo daño, las cosas tenían que ser fáciles pero no lo han sido. No podemos estar juntos, Ulises. No podemos vivir así. 

Tiene una cita.

Ulises está fumando y Ainhoa va hacia él. 
Ulises: Oye, perdona pero, que tengo una cita. 
Ainhoa: Ah no, es que yo también he quedado con alguien. 
Ulises: ¿Ah, sí? La mía tenía que venir con una flor en el pelo. - Ainhoa se coloca una flor de papel blanca que tiene en la mano y se la sobrepone en el pelo. - ¿Eres tú mi cita? Encantado, Ulises. - Dice Ulises dándole la mano a Ainhoa. 
Ainhoa: Un placer. - Los dos se dan dos besos y se quedan muy pegados, pero Ainhoa se separa un poco. - No he podido hablar con Gamboa, ¿pero sabes qué? Que me da igual. - Ulises le da un gran abrazo. - Bueno, ¿y qué hacemos? ¿Dónde me vas a llevar?
Ulises: ¿Nos damos un chapuzón?
Ainhoa: ¿Qué dices?
Ulises: Mira allí. - Dice Ulises mientras se coloca detrás de Ainhoa y la coge en brazos. 
Ainhoa: No me pienso bañar. 
Ulises: Sé un sitio donde ver una peli y creo que estar mucho mejor que la televisión. 
Ainhoa: Pues se ha hecho muy tarde, alomejor ya está empezada. 
Ulises: No te preocupes, sesión continua. 
Ulises pega un salto y los dos caen sobre una red, que parece prácticamente una hamaca.
Un rato después, los dos están mirando las estrellas. 
Ulises: Te lo dije, mi película es mucho mejor que la que están poniendo en la tele. 
Ainhoa: Puede que el accidente haya fulminado medio mundo pero algunas cosas bonitas todavía no han desaparecido. Como por ejemplo.. Jajaja. 
Ulises: ¿Cómo por ejemplo qué?
Ainhoa: Como por ejemplo los besos. - Dice Ainhoa levantándose de la red. Ulises decide seguirla sonriente. 
Ulises: Pero, ¿dónde vas chivata? ¿Qué vas a hacer?
Ainhoa: Es que los besos son lo mejor del mundo. ¿A ti nunca te ha pasado que te gusta tanto una persona que podrías estar toda la vida sin parar de besarla?
Ulises: Sí. 
Ainhoa: ¿Solo besos? ¿Y qué de repente te recorre un escalofrío toda la nuca y no puedes parar de besarla? - Dice Ainhoa mientras cierra los ojos. Ulises se acerca a ella más aún. - Casi hasta que te duelen las mandíbulas. - Ainhoa abre los ojos y se encuentra Ulises a 5 centímetros de ella. 
Ulises: Cierra los ojos. 
Ainhoa: ¿Y si no me gusta? No se, ¿si me besas y no funciona? ¿Qué hacemos? 
Ulises, riéndose, le pone un dedo en los labios y le dice que guarde silencio. Seguidamente se inclina sobre ella y se besan.  

Plantan un huerto.

Ainhoa y Ulises están echando tierra en un recipiente. 
Ainhoa: Tengo lechugas, tomates y petunias. 
Ulises: ¿Cuál es cuál?
Ainhoa: Pues no tengo ni idea, la verdad. No lo sé, bueno habrá que esperar a que salgan para saberlo ¿no?
Ulises: Por mi está bien, tengo todo el tiempo del mundo para verlo crecer. 

Echando la caña 2.

Ainhoa va caminando por los pasillos y cae un cubo lleno de gusanos. De repente, sorprendiéndola, Ulises sale a su encuentro. 
Ulises: Muy bien, yo te quito el bikini y tu me tiras la basura, ya estamos en paz, ¿no chivata?
Ainhoa: ¿Chivata?
Ulises: Sí. 
Ainhoa: ¿De qué vas? Me arrancas el bikini y encima me tiene que hacer gracia o te tengo que tapar ¿o como es esto?
Ulises: No, no. Si ya sabemos que tu no eres mucho de tapar. Ahora, que a tu papá no le va a hacer mucha gracia que hagas topples en el barco. - Dice Ulises mientras recoge lo que Ainhoa había tirado. Esta, riéndose, le da una patada con el pie al cubo y lo vuelve a tirar. 
Ainhoa: Me parece que tu papá tampoco le va a hacer nada de gracia que dejes toda la basura desperdigada por el pasillo.
Ulises: Tienes toda la razón. - Dice Ulises cogiendo el cubo y volviendo a recoger todo. - Porque la puedo dejar en tu cabeza. - Dice Ulises tirándole todos los gusanos mojados por la cabeza a Ainhoa. - Oye, si ves que no se te va el olor, se lo dices a tu mamá y de paso que te de los azotes que no te dió de pequeña ¿eh?
Ainhoa: ¿Dónde vas? - Dice Ainhoa mientras ve que Ulises se mete en los congeladores del barco. Esta la sigue y cierra la puerta. Lo coge del brazo y lo pone mirando para ella. - A mi madre ni la nombres, ¿me oyes? A mi me dices lo que tu quieras pero a mi madre ni palabra. - Seguidamente Ainhoa se va hacia la puerta, pero no puede abrirla. 
Ulises: Chivata, la hemos cagado. 
Ainhoa empieza a gritar pidiendo socorro y Ulises va viendo lo que hay en el congelador del barco. Los dos empiezan a tiritar por el frío que hace y Ainhoa se da por vencida en la tarea de gritar para que los oigan. De repente, se escucha un extraño ruido. 
Ainhoa: ¿Has oído eso?
Ulises: Esa es la parte del casco. ¿Quieres un poco de dromón? Está que te cagas. De verdad, chica, alégrate un poco. Llegaremos a Tenerife de un momento a otro, cuando paren las máquinas nos sacarán de aquí ¿vale? De verdad, tranquilízate. 
Ainhoa: Estamos a 20 grados bajo cero, con mucha suerte aguantaremos 4 horas. 
Ulises: Ya, pero tenemos un poquito de anticongelante. - Dice Ulises cogiendo una botella de alcohol. - El alcohol quita el frío ¿no? Y alegra la vida, que te hace falta, guapa. 
Ainhoa: El alcohol es un vaso dilatador, hará que entres más rápidamente en calor y que tus tejidos se contraigan y así poco tu ritmo cardíaco se detendrá. 
Ulises: ¿Por qué no dejas de taladrarme con las 1000 formas de acabar muerto en un congelador? Por favor. - Dice Ulises mientras empieza a dar pequeños saltitos. 
Ainhoa: Ah, perdón. 
Ulises: ¿Tienes frío?
Ainhoa: No. 
Ulises: ¿No? Pues tu camiseta no dice lo mismo. - Dice Ulises fijándose que en la fina camiseta de mangas cortas roja de Ainhoa sus pezones ya se notan por el frío. Ainhoa al verlo se tapa con las manos como puede. - Madre mía. 
Ainhoa: Eres un imbécil y com sigas saltando lo único que vas a conseguir es perder las calorías más rápidamente. - Automáticamente Ulises deja de saltar. 
Ulises: ¿Me vas a dar clases tú de supervivencia? ¿Qué la única ropa que tienes puesta la tienes mojada? - Dice Ulises tocándole una de las mangas de la camiseta. - Quítatela. La ropa la tienes mojada y te vas a congelar. - Dice Ulises quitándose su chaqueta de tirantas y quedándose en camiseta de tirantas. - Y lo sabes. Ponte esto, que no voy a mirar, me doy la vuelta. - Ulises se da la vuelta y Ainhoa enfadada se quita su camiseta y va a coger la chaqueta, pero Ulises se la quita y se da la vuelta. 
Ainhoa: ¿Me la das, por favor? 
Ulises: Sí, toma. 
Pasa el tiempo y los dos están ya tiritando y con los labios totalmente morados. 
Ainhoa: ¿Quieres meter las manos debajo de la sudadera y así juntos guardamos el calor?
Ulises: ¿Así, sin más? Sin un cine, sin una cita. 
Ainhoa: Eres imbécil. Nos estamos congelando, ¿o te da verguenza?
Ulises: No. 
Ainhoa: Pues venga. - Los dos se acercan y Ulises mete una de las manos por debajo de la chaqueta que lleva puesta Ainhoa. Esta empieza a gritar y Ulises comienza a reirse. Seguidamente mete la otra. - Estás temblando. 
Ulises: ¿Qué dices? Si yo llevo muy bien el frío. Vamos, que yo he pasado mucho frío ahí fuera ¿sabes? Igual deberías abrazarme tú también, para mantener el máximo calor posible.  - Ainhoa sonriendo, le hace caso y mete sus manos por debajo de la camiseta gris de Ulises. Los dos acaban completamente abrazados. Ulises empieza a subir las manos y Ainhoa empieza a reirse. - ¿Qué pasa?
Ainhoa: Que me estás tocando un pecho, Ulises. 
Ulises: ¿Qué te voy a estar tocando un pecho, niña?
Ainhoa: Que sí. 
Ulises: Que no. 
Ainhoa: Que sí hombre, que sí. 
Ulises: Que no, lo que estoy intentado es subir la mano a la axila porque allí es donde se guarda mejor el calor, ¿no lo sabías?
Ainhoa: Pues corrige el rumbo 30 grados, marinero, porque me parece que vas en otra dirección. 
Ulises: Además, tampoco me gustas. Me pareces demasiado fría. 
Ainhoa: ¿Ah, sí? A mi tampoco me gustas tú ¿eh?
Ulises: ¿No?
Ainhoa: No. 
Ulises: ¿Y quién te gusta? ¿Alguien del barco? El guapete del albornoz. No puede ser, venga, ¿no me jodas?
Ainhoa: Pero, ¿por qué no?
Ulises: ¿Cómo te puede gustar un tío que espera para ponerte un albornoz?
Ainhoa: Pues a mi me parece muy sexy. Además, es el profesor de supervivencia y estoy segura de que si me hubiera quedado encerrada aquí con él me hubiera sacado hace ya un ratito. 
Ulises: Ya se como salir de aquí. Quítate la ropa. - Dice Ulises quitándose la camiseta. 
Ainhoa: ¿Qué?
Ulises: Que te quites la ropa. 
Ainhoa: Tú estás mal. 
Ulises: ¿Quieres que te la quite yo?
Ainhoa: No, no me vas a quitar la ropa. 
Un rato después, Ainhoa está en sujetador y bragas y Ulises en calzoncillos, sentados en el suelo quemando la ropa. 
Ainhoa: ¿Qué posibilidades hay de que esto salga bien?
Ulises: El barco es de madera, la normativa dice que tiene que haber un detector de humo cada 5 metros y aquí hay uno. La única oportunidad que tenemos es hacer saltar la alarma del puente, porque allí siempre hay gente. 
Ainhoa: ¿Si no nos oyes o no funciona?
Ulises: Bueno, pues si no nos oyen cambiaremos el morir de frío por morir porque no hay ventilación. Tengo los dedos congelados, se me resbala. - Dice Ulises intentando encender el mechero y no poder. 
Ainhoa: Vale, tranquilo. - Ainhoa lo coge y empieza a soplarlo para darle calor, después coge las manos de Ulises y hace lo mismo. - ¿Mejor?
Ulises: Estoy congelado. - Entonces, Ainhoa, ya sin saber que hacer, empieza a chuparle los dedos. Ulises se suelta de Ainhoa y consigue encender el mechero, quemando la ropa. 
Ainhoa: Creía que era imposible hacer fuego en un congelador. 
Ulises: A veces las cosas imposibles suceden. Si sale mal, por lo menos habremos pasado una buena tarde ¿no?
Ainhoa: Sí. Pero tengo mucho frío. - Ulises se acerca a ella y la abraza. 
Tiempo después, llenos de humo y tosiendo consiguen salir del congelador, ya que Ricardo, el padre de Ainhoa ha ido a rescatarlos. 
Ricardo: Cariño, ¿estás bien? Estas helada. 
Ainhoa: Ha sido culpa mía, entramos y se me olvido poner el tope de la puerta.. 
Ulises: Asumo los cargos mayores, capitán. Ha sido mi culpa. 
Ricardo: No lo dudo. Cariño, ¿pero qué estamos haciendo aquí, hija? Anda, sube con Salomé, que te prepare una sopa.