Ainhoa sale muy arreglada, con un vestido negro corto y Ulises la ve.
Ulises: Hola.
Ainhoa: ¿Qué vas a hacer una inversión? - Dice Ainhoa al ver que Ulises va vestido de buceador.
Ulises: No, que va. Voy a una fiesta de disfraces, ¿no me digas que no te han invitado?
Ainhoa: Sí, pero es que no puedo ir porque tengo el disfraz de sirena en el tinte.
Ulises: Que pena, porque te podría haber pescado por mi arpón.
Ainhoa: ¿Ah, sí?
Ulises: Sí.
Ainhoa: Vaya, ya te gustaría.
Ulises: Un poquito.
Ainhoa: No en serio, ¿para qué tienes que bajar?
Ulises: Una inspección en el casco. ¿Y tú, que tienes una recepción con el embajador?
Ainhoa: Casi, tengo una cita.
Ulises: ¿En serio?
Ainhoa: Sí.
Ulises: Pásalo bien.
Ainhoa: Gracias.
Ulises: No te lo lleves al congelador como hiciste conmigo, que para refrotarse siempre es mejor la temperatura ambiente.
Ainhoa: Eres tan imbécil.
Ulises: Ya lo se. Chivata.
Ainhoa: ¿Qué?
Ulises: ¿Quién es el afortunado?
Ainhoa: Si te lo digo, ¿juras no decírselo a nadie?
Ulises: Joder, que manía teneís en tu familia con lo de los juramentos. Lo juro.
Ainhoa: Gamboa.
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