Ainhoa está compartiendo cama con Ulises.
Ulises: Estás temblando, ¿tienes frío?
Ainhoa: Lo que tengo es rabia. Tengo 20 años y nadie tiene derecho a humillarme así y menos mi padre. Si me acuesto con Gamboa como si me tiro a todo el barco.
Ulises: Pues asúmelo, porque el barco es la casa de papá y vas a pasar aquí el resto de tu vida.
Ainhoa: Ulises, no estoy para bromas.
Ulises: Para un padre nadie es la persona acertada para su hija, va con el carnet de padre.
Ainhoa empieza a llorar.
Ainhoa: Pues alomejor no es la persona acertada pero creo que tengo derecho a darme yo sola contra una pared ¿no?
Ulises: Claro. - Dice Ulises empezando a llorar. - Me daría igual, que si algún día chocases contra esa pared y necesitaras que alguien te pusiera una tirita, llámame, yo estaré por aquí ¿vale?
Ainhoa le da un beso en la cara a Ulises.
Ainhoa: Gracias.
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